miércoles, 21 de mayo de 2008

Diosa de los animales salvajes, la caza y la Luna.

Diana, aunque melliza de Apolo, nació la primera, y al considerar las muchas penas y molestias que había pasado su madre Latona en su consorcio, pidió a Júpiter la permitiese permanecer siempre soltera, lo que su padre le concedió, haciéndola diosa de los bosques y de la cacería en la tierra, dándole por séquito sesenta Ninfas, llamadas Océanas u Oceánidas, y veinte llamadas Asias, y en el Cielo la constituyó en Luna.


Era la caza su constante ocupación; por lo cual se la pinta con una túnica corta recogida por un lado, llevando arcos y flechas, con la media luna sobre su frente y perros de caza a su lado.

El más célebre de los templos que se erigieron a Diana fue el de Éfeso, que pasaba por ser una de las siete maravillas del mundo; su construcción duró doscientos veinte años, y contribuyó a costearle toda el Asia Menor.

Dicen que fue el primer templo sostenido por columnas y capiteles; tenía doscientas veintisiete, y cada una había sido costeada por un rey. Su largo era de cuatrocientos veinticinco pies, y su ancho de doscientos veinte. Sus puertas eran de ciprés, y el armazón de su techumbre de cedro. Estaba adornado de estatuas y pinturas de un valor incalculable.

Eróstrato, que era un hombre oscuro, pero muy vano, por el necio afán de que hablasen de él y fuese nombrado en la historia, prendió fuego a aquel magnífico templo la misma noche en que nació Alejandro el Grande.

Eran consagrados a Diana, como diosa de la caza, los gamos y los jabalíes. La etimología de su nombre es simplemente ‘la Diosa’.

Diana y Minerva, únicas diosas que permanecieron solteras, fueron llamadas Vírgenes blancas.
Su mensaje concreto es: "Es tiempo de cazar aquello que le da fortaleza"
Diana, la Diosa Romana de la caza y de la luna, revela la fortaleza física y la confianza en sí mismas de las mujeres de todas partes del mundo. Ella elogiada por su fortaleza y gracia física; su habilidad de cazadora era insuperable. Independiente y salvaje, Diana escogió no compartir su vida con hombre alguno. En lugar de ello, ella escogió vivir en el bosque sin responsabilidades de ninguna índole en compañía de un grupo de fieles ninfas y animales no domesticados.
Diana fue asociada con la luna, la cual gobierna sobre la noche, animales salvajes y los cuerpos de las mujeres. Ella era representada regularmente usando una corona en forma de luna sobre su frente. Muchos de los rituales de la Diosa incentivaban a las jovencitas y mujeres a bailar juntas salvajemente a la luz de la luna llena, con lo cual expresaban su fortaleza y atletismo.

1 comentario:

]N.A.R.icho[ dijo...

Mjm un poco de mitologia que contribuye a nuestra cultuta xD... esta buena la historia no la conocia^^

Saludos!